La iniciativa fue generada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Federación Universitaria Argentina, y entre otras agrupaciones participamos desde la Juventud Peronista Evita y el Movimiento Universitario Evita.
Alrededor de 40 compañeros arribamos a Tartagal el día sábado 4 de abril a las 2 de la mañana, alojándonos en el Regimiento de Infantería de Monte 28 “Juana Azurduy” al mando del Teniente Coronel Laperuta.
El domingo 5 de abril comenzamos las actividades. El compañero Luis Brito de la Federación de Tierra y Vivienda de Salta nos introdujo en las causas naturales y antrópicas que produjeron el alud en la ciudad. Entre las segundas se hizo especial énfasis en la responsabilidad de la empresa multinacional Pan American Energy (de capitales estadounidenses), que vino desarrollando desde hace unos años perforaciones en el monte sin reparar en su impacto ambiental. Y por otro lado, a los desmontes que se suceden año tras año a manos de empresas forestales o tabacaleras.
Luego de la charla recorrimos junto a los compañeros de la FTV la zona más afectada: el barrio de Santa María, catalogada como zona de Alerta Rojo 1. Nuestra primera aproximación al terreno fue a partir de un relevamiento de la zona realizado previamente por compañeros que viajaron en un contingente anterior.
Allí pudimos apreciar las graves secuelas del alud que afectó principalmente a quienes son víctimas de la pobreza estructural, producto de décadas de saqueo de las riquezas de nuestra patria que sumergió a poblaciones enteras en la miseria y la exclusión.
El lunes 6 de abril articulamos el trabajo de toda la jornada con los compañeros veteranos de Malvinas nucleados en distintas federaciones de ex combatientes de la provincia de Buenos Aires. Trabajando en el marco de un Programa del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, los veteranos organizan 5 campañas solidarias en distintos puntos del país como retribución hacia el pueblo que lo acompañó en aquellos momentos difíciles. Su consigna: Ayer por Malvinas… hoy por Tartagal. Con ellos, trabajamos en la selección de donaciones y en la entrega puerta por puerta en una asistencia directa cara a cara con las familias que más lo necesitaban.
El martes 6 de abril con el apoyo de los Unimogs del Regimiento salimos junto a los veteranos -previo trabajo de selección- rumbo a dos escuelas bilingües de la zona a realizar una entrega de asistencia directa. Allí pudimos dialogar con los directores de escuela, el cuerpo docente y alumnos acerca de la realidad de la Escuela Pública en la actualidad y los esfuerzos que desde la Nación se hacen para fortalecer su rumbo.
Al mismo tiempo, otro grupo de compañeros desarrollaba tareas de saneamiento en el barrio de Santa María eliminando posibles focos de infección de dengüe.
El miércoles 7 de abril -a pesar de la intensa lluvia que amenazaba con nuevos aludes- continuamos con las tareas de saneamiento y zanjeo junto a los pobladores en la zona más afectada. Se arreglaron caños de agua rotos y se colaboró con los vecinos en la construcción de diques para la contención del agua. Otro grupo de compañeros preparó una entrega de donaciones junto a vecinos en el barrio de Villa Saavedra, la segunda zona más afectada de la ciudad de Tartagal.
El jueves 8 de abril nos dirigimos 20 km al norte de Tartagal para conocer la Comunidad Yacuy, uno de los más grandes asentamientos de pueblos originarios de la zona. Allí nos establecimos en la Biblioteca Popular Bilingüe que los compañeros de la comunidad con el apoyo reciente de la Nación vienen levantando desde el año 90. Se produjo un interesante intercambio con los compañeros que recientemente habían comenzado a organizar el Centro de Estudiantes de la Escuela y una panadería que venía abasteciendo a gran parte de la comunidad. Finalizó el encuentro como no podía ser de otra manera con chori y fútbol.
El jueves a la noche emprendimos el regreso a Buenos Aires donde llegamos a las 0 hs concluyendo de esta manera la campaña solidaria y reafirmando de esta manera nuestro compromiso de que adonde haya una necesidad debe haber un militante de la JP, aportando desde la organización popular a la construcción de una patria justa, libre y soberana.
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