Antes del mensaje de su esposa, Kirchner convocó a una inusual conferencia de prensa en el Hotel Panamericano, rodeado de sus fieles en el PJ. Se rio de De Angeli, del “doble comando” y de las críticas a su estilo. Pegó duro a los de siempre, pero con un tono amigable.
“Yo nunca les he mentido”
Néstor Kirchner castigó duro la cobertura mediática del conflicto. El ex presidente les pidió “ecuanimidad” a los medios de comunicación y cuestionó especialmente al Grupo Clarín y al diario La Nación. “Se los pido a los grandes medios, a Clarín, señor Magnetto, yo le pido que vea que su medio informe con claridad. Colocó ‘represión’ en Gualeguaychú y cuando pasó lo de Kosteki y Santillán, colocó que por la crisis murieron dos personas. Yo les pido, señores directores de los distintos diarios, les pido realmente que informen con claridad, que sean portavoces de la consolidación democrática, que no se presten conciente o inconscientemente a la desestabilización política.”
Kirchner se preguntó en reiteradas oportunidades por qué los “fierros mediáticos” respaldaban el reclamo agropecuario. “¿Por qué los medios de comunicación mediática, que tan coordinadamente están trabajando para apoyar este esquema que llevan adelante, por qué cuando salen amigos o compañeros que apoyan al Gobierno enseguida los tildan de patoteros y cuando salen estos señores son señores de la civilidad y la República? ¿Por qué quienes debieran informar caen en ese discurso maniqueísta y falso?... Está bien, yo sé que hay algunos dueños de medios que son productores grandes en la Argentina, yo sé que algunos se pusieron muy nerviosos con la Ley de Radiodifusion”. Después deslizó que existe una clara discrimación en la cobertura. “Pareciera ser que algunos pueden cortar la calle, pueden cortar la ruta, pueden pegar o agredir gratuitamente a alguien porque lo están haciendo señores que por ahí son más blancos que otros y evidentemente hay otros que no se pueden ni siquiera expresar, ni siquiera pueden convocar a un acto, porque es un acto de provocación”, dijo.
El jefe del Partido Justicialista reiteró que si las retenciones móviles se anulan, el kilo de pan llegará a 15 pesos y el kilo de carne a 60 pesos, y se quejó de que eso no se informa.
“Hay que terminar con este doble discurso porque realmente dan pena. Cuesta creer que quienes informan a la comunidad puedan tener tal grado de parcialidad y se presten a ese tipo de cosas. Algún día se van a tener que mirar al espejo.” Después de contestar unas cuantas preguntas, el ex presidente increpó a un periodista de Radio Continental, del Grupo Prisa (España), porque le preguntó qué aportaba el acto de hoy en Plaza de Mayo: “Ya sé para qué te mandan”, le dijo.
La imagen no es nada
“Yo voy a hablar por ahí con mis mocasines, mis zapatos, mi forma de ser que tanto me criticaron durante tanto tiempo, ahora la critican a la Presidenta, porque dicen que se viste ordenada, a mí me criticaban porque decían que era un zaparrastroso”, bromeó el ex presidente.
“Duhalde siempre nos ayudó”
Kirchner habló sobre Eduardo Duhalde, el hombre que lo ungió como su candidato en 2003. “Yo no creo que Duhalde esté detrás de ningún golpe de Estado, bajo ningún aspecto. Con Duhalde a lo largo de la vida política hemos tenido acuerdos y desacuerdos. Y la Presidenta tampoco, no estoy yo para hablar por ella, pero nosotros con absoluta claridad no pensamos eso en cuanto al ex presidente bajo ningún aspecto. Pensamos diferente, y bueno, son cosas de la política y de la democracia. Sería una falta de respeto a Duhalde decirle que no me dejó gobernar, porque nunca lo hizo, siempre cuando estuvo con nosotros ayudó a gobernar.” Ayer también, el vocero del ex presidente, Luis Verdi, admitió que Duhalde comenzó a darle forma a su propia corriente en el interior del peronismo.
“No soy un exégeta de D’Elía”
Tal como se lo reclamaban incluso los caciques del PJ, Kirchner se diferenció del dirigente Luis D’Elía, que había señalado a Duhalde como jefe de la conspiración y había amenazado con armarse en defensa de la democracia. “Vamos a aclarar que yo no soy un exégeta de D’Elía; ustedes vieron que muchas veces pensamos distinto, por ejemplo, tuvimos una visión respecto al tema de Irán, él tuvo otra y es público, nuestras diferencias son públicas. La democracia, la idea de la convivencia democrática y demás, podemos estar de acuerdo. No soy yo quién para retarlo a D’Elía.”
“A Dángeli (sic) lo sacaron en upa”
El líder agrario Alfredo De Angeli fue el único de los protagonistas del conflicto del campo mencionado por Kirchner en su acto-conferencia, aunque pronunció mal su apellido: lo llamó “Dángeli”. La primera referencia fue sobre el episodio de su detención el sábado último, cuando forcejeó y fue arrastrado por la Gendarmería en la ruta 14 de Gualeguaychú. “Al señor Dángeli ni se lo tocó. No se reprimió a nadie. Los que hemos sufrido represión en serio sabemos de qué se trata. A Dángeli lo llevaron en upa y lo quieren transformar en un héroe nacional”. Luego apuntó: “Él sí puede cortar, el sí puede aislar ciudades, desabastecer, porque claro, los fierros mediáticos les justifican todo”. Sobre el final, ya más distendido, recordó la anécdota de cuando conoció a De Angeli, tal como había sido contada en Gualeguaychú a este diario, publicada un mes atrás: “Viajé a esa ciudad para un acto y había un tipo que me abrazaba y después me increpaba y me discutía cosas. Así que le pregunté a Pedro Guastavino (un dirigente entrerriano) y me dijo: ‘Lo que pasa es que son dos igualitos porque son gemelos’”, dijo Kirchner, atento a las risas del público. Después improvisó un tono conciliador y amigable con el dirigente que más nervioso pone al matrimonio presidencial cuando discuten sobre la crisis en privado: “Yo no tengo problema con De Angeli, creo que se equivoca con lo que hace, me parece que él tendría que liberar las rutas, tendría que hacerlo. Pero la verdad es que si les digo que es alguien que me genera algún problema personal... bajo ningún aspecto, yo lo conozco desde antes, hemos conversado y a veces hemos estado de acuerdo, otras en desacuerdo. Yo no le voy a faltar el respeto a De Angeli, en lo que estoy en desacuerdo con De Angeli es en la metodología”, dijo. Sin embargo, apenas unos minutos antes había convocado a los argentinos a entender cómo funciona el sector agropecuario en esta crisis: “El que corta una ruta, desabastece a los argentinos. Nos están extorsionando, quieren que las cosas no lleguen para generar mal humor en la gente y para usarlos a todos en pos de sus intereses y después tirarlos, como hicieron siempre, quieren que ustedes se pongan mal para usarlos, tirarlos”.
Las cacerolas son libres
El matrimonio Kirchner siempre dijo que, desde 2001, los límites de los gobernantes los ponía la sociedad. Sin embargo, en la lógica K, los cacerolazos de esta semana no merecen mayor atención. Dijo ayer el ex presidente que “cada argentino se exprese como quiera, cada argentino lo puede hacer, la democracia es la democracia, así como nosotros no nos quejamos de la forma de expresión, mientras no se lastime, mientras no se quite la libertad democrática, la libertad de tránsito, mientras no se agreda, mientras no se vaya sobre los domicilios de los que no piensan como ellos y demás, que cada uno elija. A nosotros nos gusta ir a la Plaza de Mayo y vamos. A ellos les gustará andar con cacerolas y está bien”.
El mito del doble comando
Néstor Kirchner habló de su esposa. “Con Cristina venimos discutiendo política, estamos juntos hace treinta y tres años, fuimos presos juntos, nos pasó de todo. ¿Cómo no vamos a discutir de política? Pero ustedes la conocen a Cristina, yo vuelvo a repetir lo que decía el otro día, a nosotros nos derrotaron machísticamente (sic). Cristina tiene su pensamiento, ella conduce y no tengan dudas que yo a veces digo ‘che...’, pero ella me dice ‘Acá la Presidenta soy yo’”. El ex presidente negó que le imponga decisiones a Cristina y desmintió que el matrimonio K conforme un poder bifronte. “También sabemos que ha habido un intento y hay un intento mediático de desgastar todo lo que se pueda a la Presidenta, como yo decía cuando tratan de decir que hay un poder bifronte en la Argentina. Un diccionario, por favor, porque a veces me cuesta saber qué es bifronte.”